Nuestros ancestros nos enseñaron que las plantas son seres vivos, esto significa que ellas también, como nosotros, tienen un plano metafísico: un alma, un espíritu y una energía vital.
Como nos lo heredaron nuestros antepasados, quemamos Salvia para comunicarnos o conectarnos con este plano espiritual de la naturaleza, al agregar una intención en esta acción pedimos al espíritu de la salvia, el espíritu de la naturaleza, que nos proteja y limpie para acercarnos más a esta intención.
Sahumar con Salvia de forma habitual ayuda a equilibrar nuestras energías creando una atmósfera ligera, relajada y armoniosa.